domingo, 29 de marzo de 2009

Cristina reafirmó el rol del Estado

Roxana Sandá rsandá@miradasalsur.com
La Cumbre de Líderes de Países Progresistas culminó ayer en Chile con una sentencia implacable de la Presidenta Cristina Fernández: “En esta etapa de la crisis inédita, el Estado tiene que cumplir un rol activo, porque el mercado está nocáut y le están contando. Y ya van por el número nueve”. Durante veinte minutos, expresó la necesidad de “retornar a una democratización y, fundamentalmente, retornar a un mundo donde las reglas sean respetadas por todos los países que integran los organismos multilaterales.”Frente a un auditorio encabezado por cuatro presidentes latinoamericanos, tres premieres europeos y el vicepresidente de los Estados Unidos, Joseph Biden, la jefa de Estado reclamó que las reglas internacionales que se adopten en la Cumbre de los Veinte (G-20), a celebrarse este jueves en Londres, “contemplen los intereses globales” y “sean respetadas por todos”, al tiempo que defendió el rol estatal en la crisis financiera mundial.Precisó que “la crisis de carácter global revela que estamos ante una situación de cambio inédito” en el mundo. “Ustedes saben que la Argentina fue uno de los lugares donde se experimentó con mayor agudeza la desregulación total y absoluta, la privatización de todos los recursos estratégicos del Estado, la demonización (del Estado) como mal instrumento de intervención en la economía –enumeró–. Y terminó con una explosión del sistema financiero argentino, muy similar a lo que pasa en las primeras economías del mundo.”También criticó el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI), al recordar que “durante los años de la década del noventa, la Argentina era presentada como un modelo a seguir en todas las asambleas” de los organismos.Lo cierto es que en lo que resultó el primer encuentro de esta naturaleza en un país de Latinoamérica, las 48 horas en Viña del Mar fueron el escenario propicio para que la Presidenta efectuara otros dos reclamos sensibles. El primero, al vicepresidente norteamericano sobre la urgencia de reformular los organismos internacionales. “Tienen que escuchar más a América latina”, recomendó. El segundo pedido, al premier británico Gordon Brown, reinstaló la agenda de la soberanía en las Malvinas. “En el siglo veintiuno ya no es posible la existencia de un enclave colonial”, sostuvo.En su discurso volvió a advertir que “no sólo ha fracasado el neoliberalismo, sino una forma de funcionamiento del sistema mundial de los organismos internacionales”, e insistió en la necesidad de que se reformulen, particularmente, entidades como Naciones Unidas y el Fondo Monetario Internacional. “Las reglas que se adopten deben ser respetadas por todos” los países y no solamente “por los más débiles”.El viernes, al cabo de casi una hora de reunión con Joseph Biden, la Presidenta subrayó que la visión del funcionario norteamericano acerca de que “el crecimiento económico es importante en la medida en que pueda mejorar la calidad de vida de la gente y generar empleo”, marca una “etapa de cambios estructurales” para el mundo.Fernández ya comprometió la agenda de los primeros ministros europeos en vista de la próxima reunión del G-20. “Habrá que abordar el tema de la preservación del consumo y del trabajo. Si no articulamos estas dos cosas va a tardar mucho más la recuperación. Y cuando más se profundice el período de recuperación tendremos, además de problemas económicos, un problema político, y eso tiende a complicar aún más la economía y las finanzas.” Por otra parte, el encuentro del mediodía de ayer entre Cristina Fernández y Gordon Brown tuvo como eje el reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas. La Presidenta instó a que el Reino Unido cumpla con las reiteradas resoluciones de Naciones Unidas, de iniciar las negociaciones correspondientes sobre esa cuestión. Por espacio de 35 minutos, el primer tema de conversación que abordaron ambos mandatarios apuntó a la cuestión Malvinas, sobre la que el premier británico mantuvo la posición tradicional de su país, en el sentido de “hacer respetar la voluntad de los isleños”. Es decir, nada que negociar.El canciller Jorge Taiana, uno de los integrantes de la comitiva argentina que participó del encuentro realizado en el Hotel Sheraton Miramar, sede de la cumbre, “la Presidenta tuvo una posición clara y le dijo (a Brown) que en el siglo veintiuno ya no es posible la existencia de un enclave colonial, que no es consistente con la marcha del mundo”. Según el funcionario, Cristina Fernández planteó al primer ministro británico “cómo es que en el mundo no existan reglas que sean parejas para todos”.“Esto tiene que ver con que las resoluciones de las Naciones Unidas deben ser cumplidas y no puede ser que los países poderosos no las cumplan y los países menos poderosos estén obligados a cumplirlas”, explicó el funcionario. De la reunión también participaron el secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, Carlos Zannini, y el embajador argentino en Washington, Héctor Timerman. La Presidenta volvió ayer al país con la promesa de compromisos asumidos que le hicieron los mandatarios europeos y el vicepresidente norteamericano. Con esa certeza cerró su discurso de veinte minutos. “Las primeras conclusiones y cosas que vamos a tener que hacer (durante la cumbre del G-20) es que las reglas que se adopten contemplen los intereses globales y que sean respetadas por todos –dijo–, porque de lo contrario va a ser muy difícil.”Y concluyó que “lo único que no podemos hacer cuando vayamos a Londres es no tener resultados concretos e instrumentos que sean vistos por la sociedad global como que estamos adoptando medidas estructurales”.

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